domingo, 15 de julio de 2012

OTRO CUENTO


Como ya te conté, en nuestro taller, además de leer y narrar cuentos de autor, también ejercitamos nuestra imaginación, con producciones escritas de nuestra autoría.
Acá va una...


ESE RELOJ

  Esto ocurrió hace unos días...estaba sola, escribiendo apoyada sobre la mesa del comedor y... en eso, me
 doy cuenta que me rodeaba un gran silencio...¡escuchaba el silencio!...Miro el viejo reloj y veo que su
péndulo que - en bronce, muestra el perfil de la República- está quieto...ese tic tac continuo no se oía y ...
¡claro! extrañé ese claro tan tan de cada hora y de cada media...¡Seguro que se le había acabado la cuerda!... Busqué la escalerita, abrí la puerta acristalada y, con esa llave con revueltas antiguas, traté que volviera a andar, pero...¡nada!...Moví el péndulo...osciló dos o tres veces y se detuvo.
  Bajé y me quedé mirándolo y ahí recordé que mi abuelo lo había comprado en ...¡ 1910 !...¡al nacer mamita!...Acompañó a  mis abuelos en años difíciles y en años buenos...luego, en mi casa presidió siempre el mejor lugar... Y fue testigo de mi infancia, de mi adolescencia y, aún hoy, en mi vejez, me acompaña...¡Cuántos recuerdos!
  -Que no nos olvidemos de darle cuerda al reloj- eran las palabras de mi madre en las tardes del 24 o del 31 de diciembre...¡Nuestro reloj debía anunciar las 12!
  -Cuando le termines de dar cuerda, fijate en la marquita para  que quede centrado, sino se atrasa-             Recomendaciones, cuidados...porque fue y es parte de mi familia. de mi vida...

  Hoy recordé esa canción que cantaba Antonio Prieto: "Reloj no marques las horas"..., yo quiero que vuelva a marcarlas, quiero volver a escuchar sus campanadas, pero ...¿quién lo arreglará?...cualquier relojero no puede, no sabe...Tendré que buscar a alguien que ame lo viejo...aún los hay...necesito encontrarlo porque, para mí, es la joyita que me une a aquéllos que allá, en 1908, llegaron a estas tierras... a mis padres... a la infancia de mis hijos que escuchaban, asombrados, las campanadas. Porque pienso que guarda un poquito del alma de cada uno de mi familia, hoy le digo:


Reloj, vos marcá mis horas...
las que aún me toquen vivir...
seguime acompañando

MARÍA DEL CARMEN CALVART

2 comentarios:

  1. Precioso relato !!!! entrañable ...yo tambien
    recuerdo en casa de los abuelos paternos ...un inmenso reloj de madera maciza y dibujos enrevesados. Tambien me fascinaba la radio que escuchaba el abuelo muy bajito : radio pirineos. Lo del pémdulo en bronce con el perfil de la República, es una joya !!!!!
    Encantada de conocerte !!! y gracias por visitar
    Tejiendo cuentos !!!! vamos a tener un apartado
    para relatos de antaño, contamos contigo un abrazo de Begoña

    ResponderEliminar
  2. GRACIAS POR TU COMENTARIO. HASTA PRONTITO!!!!!

    ResponderEliminar